miércoles, 1 de octubre de 2025

CRONOLOGÍA DE UN CONFLICTO. DICIEMBRE 2024 - OCTUBRE 2025

Una red canina que se convirtió en disputa vecinal

En una ciudad con casi 50.000 perros registrados, la promesa de crear espacios dignos para el esparcimiento canino se ha transformado en un enfrentamiento entre las administraciones locales y las familias que mejor conocen las necesidades reales de sus compañeros de cuatro patas. Lo que comenzó como una iniciativa municipal para atender la creciente población canina de Vigo ha evolucionado hacia un conflicto que pone en evidencia las limitaciones de la participación ciudadana y la persistencia de modelos urbanísticos obsoletos.

Diciembre 2024: La gran promesa municipal

9 de diciembre de 2024 marca el inicio oficial de esta cronología, cuando el alcalde Abel Caballero anunció la creación de una  red de nueve parques caninos distribuidos por toda la ciudad. 

El proyecto incluía ubicaciones en Navia, Faisán, Barreiro, Ribadavia-Pizarro, A Bouza, Atalaia, María Xosé Queizán, Avenida Castelao y O Calvario. Barreiro fue designado como la primera ubicación, con un espacio previsto de 1.105 metros cuadrados. Sin embargo, desde el primer momento, esta elección generó inquietudes entre las familias con perros de la zona de Lavadores, que consideraron inadecuadas tanto las dimensiones como la localización propuesta.

Febrero 2025: La consulta ciudadana limitada

El 13 de febrero de 2025, el Concello puso en marcha una consulta ciudadana a través de su página web para recoger la opinión de los vecinos sobre la futura red de parques caninos. La encuesta buscaba conocer valoraciones sobre ubicaciones, dotaciones, estructura y tamaño de las instalaciones.

Sin embargo, esta consulta reveló desde el inicio sus limitaciones estructurales. Como denunciarían posteriormente las familias de Barreiro, la encuesta no permitía valorar la idoneidad de los emplazamientos específicos ni cuestionar las dimensiones propuestas. 

Durante este mismo período, expertos en comportamiento animal y etología comenzaron a expresar sus criterios sobre cómo deben ser los parques caninos. Xiana Costas, veterinaria especializada en comportamiento canino [fuente: La Voz de Galicia], señaló la importancia fundamental de que los parques fueran "muy amplios, lo más amplios posibles, con zonas verdes, sombras, fuentes y bancos", advirtiendo que "suelen ser demasiado pequeños y no se tiene en cuenta cómo se relacionan los perros".

Marzo 2025: La propuesta ciudadana alternativa

10 de marzo de 2025 representa la fecha más significativa en la movilización vecinal. Un grupo de familias con perros de Barreiro-Lavadores, organizadas de manera apartidista, presentó por registro municipal una propuesta técnica alternativa respaldada por 108 firmas de familias con perros de la zona.

La propuesta alternativa era ambiciosa y técnicamente fundamentada. Planteaba duplicar la superficie del parque hasta los 2.200 metros cuadrados y reubicarlo en una zona más tranquila del mismo parque de Barreiro, alejada del ruido de las instalaciones deportivas y de la proximidad a la carretera.

El documento vecinal no se limitaba a cuestionar el proyecto municipal, sino que ofrecía una alternativa completa basada en criterios de funcionalidad, salud y seguridad, y uso responsable del espacio público. La propuesta aprovechaba una zona menos utilizada que ya era empleada espontáneamente por muchas familias para disfrutar con sus perros.

La fundamentación técnica de la propuesta vecinal era sólida: argumentaba que 2.200 metros cuadrados representaban "el mínimo necesario para que el parque canino sea funcional", permitiendo que los perros corrieran, jugaran y socializaran sin aglomeraciones, reduciendo el estrés y el riesgo de conflictos. 

El mismo día en que se presentó la propuesta alternativa, el Concello divulgó los resultados de su encuesta, alegando una “alta aceptación” basada en 894 respuestas. Sin embargo, con solo 894 participantes frente a una población potencialmente afectada de más de 96.000 personas (considerando dos cuidadores por cada uno de los 48.170 perros censados), la muestra representaba apenas el 1% de los directamente implicados. Además, la coincidencia temporal no pasó desapercibida para las familias movilizadas, que interpretaron la maniobra como un intento de dar por cerrado el debate justo cuando se presentaba una alternativa bien fundamentada.

Abril-Julio 2025: El silencio administrativo

Los meses siguientes se caracterizaron por un silencio administrativo absoluto por parte del Concello ante la propuesta vecinal. Durante cinco meses, las 108 familias firmantes no recibieron ninguna explicación ni argumento técnico que justificara el rechazo de su alternativa. 

La falta de respuesta institucional contrastaba con el compromiso público del alcalde sobre la importancia de la participación ciudadana en el diseño de estos espacios. 

Agosto 2025: La confirmación del proyecto original

28 de agosto de 2025 marcó el punto de inflexión definitivo del conflicto. El alcalde Abel Caballero anunció que la Junta de Gobierno Local aprobaría  el proyecto constructivo del parque canino de Barreiro, manteniendo exactamente las mismas especificaciones originales.

El proyecto aprobado mantenía todas las características que habían sido cuestionadas por los vecinos: destrucción de un espacio ya acondicionado para uso humano, ubicación excesivamente soleada, proximidad a la carretera y a instalaciones  ruidosas, alto tránsito peatonal, y una superficie manifiestamente insuficiente. 

La decisión municipal evidenció que la consulta fue solo una fachada: la participación fue simulada y las propuestas reales de las familias jamás tuvieron oportunidad de ser consideradas.

Septiembre 2025: La protesta se hace visible

1 de septiembre de 2025: El colectivo  hizo público su "profundo rechazo" ante la actitud del Concello. A través de un comunicado respaldado por las 108 familias, denunciaron que la administración había "ignorado la propuesta técnica fundamentada" después de cinco meses de silencio administrativo.

El comunicado fue contundente: "Se nos invita a participar, pero no se nos escucha. Abrir un proceso de participación para no hacer caso alguno a lo que la ciudadanía aporta es una incoherencia institucional difícil de justificar".

14 de septiembre de 2025: Las familias con perros de Barreiro llevaron a cabo una concentración simbólica que se convertiría en la imagen más potente del conflicto. Los manifestantes delimitaron físicamente en el terreno el espacio real que ocuparía la instalación municipal, demostrando de manera visual las dimensiones que consideraban ridículamente pequeñas.

La concentración incluyó pancartas con mensajes claros y directos: "Unidos por un parque canino digno", "Os cans queren herba, os cans queren terra", "Por un parque de verdad, no un corral de ciudad" y "Menos agility y más espacio abierto". Una de las frases de la jornada fue la de una vecina que resumió la situación: "Nuestros perros no entienden de política, pero sí van a notar si pueden correr o si están encerrados como gallinas". La protesta puso en evidencia la magnitud real del problema: en la zona de Lavadores conviven cerca de 3.000 perros según estimaciones vecinales, siguiendo la proporción general de un perro por cada seis habitantes en la ciudad. Sin embargo, el parque proyectado, diseñado al mínimo, ya estaba obsoleto antes de construirse, condenado desde su origen a ser insuficiente y disfuncional para las necesidades reales de la comunidad.

Octubre 2025: La escalada del conflicto

28 de septiembre de 2025: El conflicto alcanzó una nueva dimensión cuando las familias de Barreiro exigieron formalmente la paralización del proyecto ante el Concello y la Valedora da Cidadanía. El documento registrado denunció que la administración municipal justificaba el proyecto basándose en la NTJ 15G (del 2015), una guía técnica de jardinería considerada obsoleta que establece un mínimo de apenas 442 metros cuadrados.

La crítica vecinal no se limitó al caso de Barreiro, sino que cuestionó la coherencia de toda la red de parques caninos. Según su análisis, varios de los parques proyectados o en ejecución ni siquiera alcanzaban ese mínimo técnico desfasado: Pizarro (365 m²), Atalaia (380 m²), Castelao (331 m²) y Calvario (363 m²). Esto confirmaba, según los vecinos, que se trataba de "una red de jaulas y letrinas  concebida como espacios mínimos e insuficientes para los casi 50.000 perros que viven en Vigo".

Las demandas fueron claras y contundentes:

    • Paralización cautelar inmediata de las obras por considerarse injustificado destinar 170.000 euros a un recinto concebido con criterios obsoletos.

    • Creación de un grupo de trabajo técnico y vecinal que integre a etólogos, veterinarios, educadores caninos, diseñadores urbanos y representantes de las familias para evaluar tanto el proyecto de Barreiro como toda la red de parques caninos.

Conclusión: La necesidad de una nueva cultura de la participación

El conflicto del parque canino de Barreiro trasciende las dimensiones específicas de un espacio de esparcimiento para mascotas. Representa un microcosmos de los desafíos de la participación ciudadana en las democracias locales del siglo XXI, donde las administraciones deben equilibrar la eficiencia en la toma de decisiones con la demanda ciudadana de mayor implicación real en los procesos que afectan a su vida diaria.

Las 108 familias de Barreiro-Lavadores han demostrado que cuando la ciudadanía se involucra de verdad en el diseño y la toma de decisiones, pueden surgir propuestas técnicamente sólidas, económicamente viables y que responden a las necesidades reales de la comunidad. Participar no debe ser un trámite, sino un derecho esencial para construir espacios públicos que realmente beneficien a todos.

La cronología de este conflicto revela la urgente necesidad de evolucionar hacia modelos de participación más abiertos, transparentes y realmente inclusivos. En una ciudad con casi 50.000 perros registrados y una población que demanda espacios dignos, las decisiones no pueden tomarse desde despachos alejados de la realidad cotidiana de quienes mejor conocen las necesidades reales.

El futuro de la convivencia en Vigo dependerá de la capacidad del Concello para escuchar, dialogar y integrar las aportaciones ciudadanas en beneficio de toda la comunidad. El caso de Barreiro puede convertirse en un punto de inflexión hacia una cultura más participativa, o en un precedente de cómo las buenas intenciones iniciales pueden derivar en conflictos evitables cuando no se respeta la voz de quienes viven día a día las realidades que pretenden regularse.

Las familias con perros de Barreiro no han pedido imposibles, sino espacios funcionales, seguros y dignos para la convivencia. Su persistencia, fundamentación técnica y capacidad de organización merecen ser escuchadas no como favor institucional, sino como derecho democrático fundamental. 

La última palabra aún no está escrita en esta cronología. Queda por ver si las instituciones viguesas serán capaces de evolucionar hacia modelos más participativos o si, por el contrario, mantendrán enfoques que generan conflictos evitables y desaprovechan la sabiduría colectiva de una ciudadanía comprometida con el bienestar común.


lunes, 29 de septiembre de 2025

LA PLATAFORMA CIUDADANA EXIGE LA PARALIZACIÓN DEL MODELO DE “JAULAS Y LETRINAS” DISEÑADO POR EL CONCELLO.

Las familias con perros denuncian que el Concello usa una guía obsoleta como excusa para justificar el tamaño del parque canino de Barreiro, que ni siquiera respeta en el diseño de los otros parques.

El Concello de Vigo continúa ignorando nuestra propuesta de optimización del futuro parque canino de Barreiro (Lavadores), presentada por registro en marzo y avalada por más de 100 familias con perros de la zona. Pero, tras nuestra última acción reivindicativa —la fotografía colectiva— el Ayuntamiento ha difundido en los medios una nota que, según hemos comprobado, es un mero “copia y pega” de la respuesta a quejas individuales presentadas al 010. Nosotros, que seguimos sin recibir respuesta oficial a nuestro proyecto, desconocemos cuál es la intención real del Concello con esta actitud. 


En su respuesta a los medios, el Concello de Vigo intenta justificar su diseño para el parque canino de Barreiro (Lavadores) basándose en la NTJ 15G (2015), una guía técnica orientativa de jardinería y paisaje que hoy resulta obsoleta [fuente: enlace a la guía]. Se trata de una publicación de hace casi una década que ignora nueve años de avances en etología, salud y seguridad de los perros y diseño urbano. En su comunicado el Concello explica que “los 1.105 m² proyectados para Barreiro multiplican por 2,5 el mínimo recomendado”, lo que implica que la guía obsoleta recomienda solo un mínimo desfasado de 442 m². Pero lo peor es que el gobierno municipal ni siquiera es coherente con su propia norma: múltiples parques proyectados en otros zonas de Vigo no alcanzan este mínimo establecido hace una década: Pizarro (365 m²) , Atalaia (380 m²) , Castelao (331 m²) y Calvario (363 m²) quedan por debajo de ese mínimo obsoleto [fuente: enlace al plano de los parques] , dejando claro que la red de parques proyectada por el Concello es en realidad una red de jaulas y letrinas. 

El resto de la respuesta del Concello también carece de rigor. Dicen, que en nuestro proyecto alternativo, existe riesgo de procesionaria cuando en la parcela que proponemos hay un único pino y la gestión de plagas, en el improbable caso de que se dieran, es de su responsabilidad; hablan de un inexistente “efecto túnel” acústico en un parque completamente al aire libre; llegan a confundir un pequeño manantial y su regato con la presencia de un río cercano; y, para justificar la necesidad de aparcamiento propio en nuestra alternativa toman como referencia de su “buen hacer” el Parque Canino Municipal de Pontenova —junto al río Lagares y la urbanización Aires—, un parque que, en realidad, no tiene aparcamiento. Eso sí: allí río hay, aquí no.

En definitiva, un catálogo de excusas para eludir la responsabilidad y esconder los graves problemas de su propuesta para Barreiro: destrucción de un espacio ya acondicionado para uso humano, ubicación excesivamente soleada, proximidad a la carretera y a instalaciones ruidosas, alto tránsito peatonal, y una superficie manifiestamente insuficiente. Su propuesta de parque, diseñado al mínimo, ya está obsoleto antes de construirse.

Debido a los graves problemas del diseño municipal para el parque canino de Barreiro y a la evidente incoherencia de la red de parques caninos proyectada en el resto de la ciudad, hemos registrado en el Concello y ante A Valedora da Cidadanía un documento  en el que exigimos las siguientes medidas: 

 • Paralización cautelar inmediata: que se suspendan de forma inmediata todas las actuaciones vinculadas al Parque Canino de Barreiro hasta que no se realice una revisión independiente del proyecto del Concello. No tiene sentido destinar 170.000 € a un recinto concebido con criterios obsoletos que, por su reducido tamaño y mala ubicación, generará más problemas que beneficios. 

 • Grupo de trabajo con veterinarios, etólogos, educadores caninos: creación de un grupo de trabajo técnico y vecinal —etólogos, veterinarios, educadores caninos, diseñadores urbanos y representantes vecinales— que evalúe con rigor nuestro proyecto de optimización registrado y, a la vez, toda la red de parques caninos diseñada por el Concello. 

Vigo es la ciudad de Galicia con mayor número de perros, casi 50.000. Basta de excusas: no queremos jaulas y letrinas.


lunes, 15 de septiembre de 2025

LAS FAMILIAS CON PERROS DE BARREIRO "ENJAULADAS" POR EL CONCELLO

Una fotografía colectiva visualiza cómo el proyecto municipal convierte a las familias con perros en prisioneras.


Enlace a carpeta de Google Drive con las fotografías colectivas: https://drive.google.com/drive/folders/1SdNQEZH5KhX-Q_HBHRcMII9VQNQ_v4bG?usp=sharing

“Lo fundamental para que un parque canino sea funcional es disponer del espacio suficiente, y eso es justamente lo que el Concello nos niega. Esto no es un parque, es una cárcel.” (Chelo y Jose, familia de Tate, un pequeño podenco anaranjado)

Vigo, 14 de septiembre de 2025 – Vigo es la ciudad gallega con mayor población canina, con cerca de 50.000 perros registrados. Lavadores, donde se sitúa el parque canino de Barreiro, cuenta con 17.442 habitantes. Se estima que hay 2.907 perros en esta zona, siguiendo la proporción general de la ciudad de un perro por cada seis habitantes, aunque es probable que la cifra real sea superior debido a una mayor concentración de perros en esta zona del extrarradio. Esta realidad demográfica convierte a Barreiro-Lavadores en una comunidad con identidad propia y necesidades específicas, que merece una instalación acorde a su realidad y no un proyecto genérico que nos trata como un simple barrio más dentro de una trama urbana.

Este conflicto entre las necesidades vecinales y la planificación municipal se remonta a diciembre de 2024, cuando el Concello anunció la creación de una red de parques caninos asignando para Barreiro un espacio teórico de 1.105 m² en una ubicación cuestionable. Esta cifra resulta engañosa: no se trata de una superficie útil para los animales, sino del perímetro total que será dividido en dos jaulas separadas y que incluye el espacio ocupado por bancos, fuentes, vallados y zonas de agility. El área real disponible para el esparcimiento canino será muy inferior, reduciéndose a dos cárceles.  Pero el principal problema no es la división, sino el tamaño global, que queda muy por debajo de los estándares recomendados por expertos en etología canina para evitar el hacinamiento y el estrés.

Tras una consulta ciudadana insuficiente en febrero de 2025 –que obvió las necesidades reales de las familias al no permitir valorar emplazamientos ni dimensiones– y la presentación de una alternativa técnica vecinal respaldada por más de cien familias con perros de Barreiro en marzo, el Concello ha mantenido una actitud de desprecio hacia la participación ciudadana. Ratificó a finales de agosto su proyecto inicial sin aportar explicaciones, evidenciando una grave incoherencia institucional al promover procesos participativos que luego ignora por completo.

Ante esta situación de diálogo roto, las familias con perros del barrio de Barreiro llevaron a cabo hoy una concentración y una acción simbólica para visualizar las graves carencias del parque canino proyectado por el Concello. Los vecinos delimitaron en el terreno el espacio real que ocuparía la instalación, demostrando físicamente sus dimensiones insuficientes y cómo se convertiría en una jaula para sus animales.

La concentración incluyó pancartas con mensajes tan claros como "Unidos por un parque canino digno, "Os cans queren herba, os cans queren terra", "Por un parque de verdad, no un corral de ciudad". Estos lemas reflejan la reivindicación esencial de las familias: el parque que proyecta el Concello nace limitado y, por su ubicación y tamaño, será disfuncional desde el primer día. Un parque así no responde a las necesidades reales de las familias con perros, ni permite un uso tranquilo, seguro y saludable del espacio público. Por eso exigimos, con cada pancarta y cada gesto colectivo, una alternativa que sí beneficie a Barreiro: más espacio y una ubicación pensada para el bienestar de todos.

“Nuestros perros no entienden de política, pero sí van a notar si pueden correr o si están encerrados como gallinas” (Rafa y Susana, familia de Choco husky siberiano)

La movilización de las familias expone las carencias del diseño municipal:

    • Tamaño insuficiente que genera conflictos: con el número actual de familias con perros en la zona y su constante crecimiento, el parque proyectado por el Concello quedaría pequeño desde el primer día.  Organizaciones de referencia como la Sociedad Española de Etología y Ecología Evolutiva (SEEEE) subrayan la necesidad de espacios que permitan ejercicio vigoroso y socialización segura, mientras que la Asociación Internacional de Consultores en Comportamiento Animal (IAABC) alerta que superficies inferiores a 2.000 m² en zonas  pobladas -como es nuestro caso- propician estrés, agresividad y conflictos.

    • Destrucción innecesaria de espacio público valorado e incremento de costes: El proyecto municipal elimina una zona de ocio humana ya consolidada (con bancos, fuente y áreas de descanso), violando principios básicos de convivencia. Esta decisión no solo destruye un espacio valorado por la comunidad, sino que incrementa innecesariamente los costes al requerir: la demolición previa de infraestructuras existentes, la construcción desde cero de un recinto inadecuado, y el desperdicio de una zona infrautilizada que las familias ya usan espontáneamente.

    • Ubicación ruidosa, peligrosa y muy transitada: La ubicación elegida, situada junto a las instalaciones deportivas de Máis que Auga y en proximidad a una carretera, viola principios básicos de seguridad etológica. Los entornos ruidosos –como el generado por la música alta de las instalaciones deportivas– y la cercanía al tráfico rodado generan ansiedad crónica en los perros y aumentan significativamente el riesgo de escapes y accidentes por atropello. Además, la zona registra un alto tránsito peatonal, lo que no solo altera el comportamiento animal sino que incomoda a los vecinos y compromete la seguridad de todos los usuarios. 

    • Exposición al sol: La ubicación elegida es muy soleada y con escasa sombra natural, lo que representa un riesgo importante para los perros, ya que la exposición prolongada al sol y al calor puede ocasionarles problemas graves de salud. Además, esta condición limita el uso del parque a horas muy concretas, invalidando su función como servicio público accesible.

“No importa cuántos juguetes se pongan en una jaula pequeña, sigue siendo una jaula pequeña” (Isa humana de Nana, mestiza de podenco y border collie)

El gesto colectivo pone de manifiesto las graves carencias técnicas y la falta de participación efectiva en el diseño municipal del parque canino, frente a la propuesta alternativa presentada en marzo y dirigida a la Concellería de Medio Ambiente mediante registro oficial en el Concello de Vigo. Esta propuesta ciudadana, respaldada por 108 familias con perros de Barreiro, se fundamenta en criterios de funcionalidad, bienestar animal y aprovechamiento óptimo del espacio público. Sin embargo, fue completamente ignorada por el Concello, que ni siquiera ha ofrecido respuesta o explicación alguna a las familias afectadas.

La alternativa presentada por la ciudadanía, que defiende una superficie adecuada de 2.200 m² en una zona tranquila, resguardada de ruidos, alejada de la carretera y con áreas sombreadas que favorecen el confort de los perros y sus familias, se alinea plenamente con los principios de bienestar animal establecidos en la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que exige espacios adecuados para su desarrollo físico y emocional . Esta propuesta técnica y vecinal, ubicada en un lugar infrautilizado que las familias ya utilizan espontáneamente para disfrutar con sus perros y que cuenta incluso con una papelera canina instalada, reivindica un parque funcional y respetuoso con el entorno, en contraste con el proyecto municipal que vulnera principios esenciales de bienestar animal avalados por etólogos, educadores caninos y asociaciones veterinarias internacionales.

Con una inversión de 170.000 euros de fondos públicos, las familias exigimos que este presupuesto se destine a un proyecto que garantice realmente el bienestar animal, no a una instalación deficiente que incumple los principios básicos de etología canina y que prioriza el cumplimiento burocrático de normativas mínimas sobre el bienestar real de nuestros compañeros de cuatro patas y la convivencia en Barreiro, Lavadores, Vigo.


Grupo de Familias con Perros: “Por un Parque Canino Funcional en Barreiro” 


miércoles, 3 de septiembre de 2025

EL CONCELLO IGNORA LA PROPUESTA DE 108 FAMILIAS CON PERROS PARA EL PARQUE CANINO DE BARREIRO

Más de 100 familias con perros de Lavadores expresan su profundo descontento por la decisión municipal de ignorar completamente su propuesta para un parque canino funcional en Barreiro. 

 Vigo, 31 de agosto de 2025 – El Grupo por un “Parque Canino funcional en Barreiro”, respaldado por 108 familias con perros de la zona de Barreiro-Lavadores, manifiesta su profundo rechazo ante la actitud del Concello de Vigo, que ha desoído la propuesta técnica fundamentada, registrada el 10 de marzo de 2025, según confirman los recientes anuncios en los medios de comunicación. Esta situación se produce tras cinco meses de silencio administrativo, en los que no se ha recibido ninguna explicación ni argumento técnico que justifique el descarte de las mejoras avaladas por la propia ciudadanía.

Leer nota de prensa completa aquí, documento en pdf:

lunes, 10 de marzo de 2025

PRESENTAMOS NUESTRO PROYECTO - POR UN PARQUE CANINO FUNCIONAL EN BARREIRO

En diciembre de 2024, el Concello de Vigo anunció la creación de nueve nuevos parques caninos en la ciudad, uno de ellos en el Parque de Barreiro, en Lavadores.

A raíz de este anuncio, un grupo de familias con perros de Barreiro, por iniciativa propia y de manera apartidista, elaboramos un proyecto alternativo para mejorar la propuesta del Concello. La idea surgió de nuestra preocupación por las dimensiones y la ubicación previstas, que consideramos poco adecuadas para cubrir las necesidades reales de los perros y sus familias.

Nuestro proyecto, presentado oficialmente en el registro del Concello de Vigo y respaldado por la firma de 108 familias con perros de Barreiro, busca no solo ofrecer un parque canino funcional, sino también un espacio que favorezca el bienestar y la convivencia de todos los vecinos de Barreiro-Lavadores y de Vigo.


Enlace para descargar nuestra propuesta (documento en pdf) a continuación: